Aquellos pequeños detalles que marcan la gran diferencia en las relaciones humanas
Solemos pensar que la presencia de
situaciones de “impacto” en la esfera personal es lo que define el
comportamiento diario en nuestras relaciones interpersonales, le
asignamos importancia a aquellas experiencias que “marcan” nuestra vida…
el encontrar un amor, la pérdida de un ser querido, el nacimiento de un
hijo o hija, etc. Sin embargo, el impacto que produce cualquiera de las
situaciones mencionadas puede no ser tan determinante en nuestra vida
como la progresiva y constante influencia que producen los pequeños
detalles diarios en el relacionamiento interpersonal, ya sea en el
ámbito familiar o con los compañeros (as) de trabajo, en nuestro círculo
de amigos, etc.
Me refiero a esas “pequeñas señales” diarias que se producen durante el contacto interpersonal.
Por un lado, tenemos señales positivas que:
- Incrementan la percepción de ser eficaz en algún área de tu vida
- Refuerzan tu forma de pensar y sentir sobre un proyecto o tarea
- Te permiten situarte en otra perspectiva personal o profesional
- Te hacen sentir una persona “querida”, “importante” y/o “productiva”
- Te hacen sentir “escuchado” y “comprendido”
- … un largo y poco frecuente etc.
Por el contrario, tenemos señales negativas que:
- Minimizan la importancia de tu participación en determinado “proyecto” o tarea
- Te hacen sentir “improductivo”, “inútil” o poco “valioso”
- Reducen la percepción de eficacia personal
- Te agreden o “insultan” en relación a lo que piensas o sientes
- Vulneran tu derecho a participar u opinar
- … un largo y frecuente etc.
Por “señales negativas”, nos referimos a
palabras y frases hechas que corresponden a estilos de comunicación
agresiva o pasiva, conductas poco “empáticas” hacia ti, comportamientos
que ignoran tus derechos y cualquier conducta que minimiza la
importancia que tienes en algún ámbito de tu vida.
Por “señales positivas”, nos referimos a
palabras y frases hechas que corresponden a un estilo asertivo de
comunicación, comportamientos que reflejan empatía y comprensión ante
ideas, sentimientos y deseos personales. Asimismo, cualquier
comportamiento que respete tus derechos y te permita “desarrollar” en
una constante dinámica de mejoramiento personal.
Las señales (positivas o negativas)
pueden parecer “imperceptibles” pero causan un efecto acumulativo que
impacta enormemente y puede determinar la forma en la que te ves a ti
mismo en relación a tu pasado, presente y futuro; en uno o varios
contextos y en diversos roles asumidos.
Es fundamental entonces cuidar de estas
“señales”, estar atentos a su presencia diaria y desarrollar estrategias
personales que permitan afrontar adecuadamente las “señales negativas” y
recibir con entusiasmo y satisfacción las “señales positivas” que nos
engrandecen y que nos hacen ser mejores personas.
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